Entrevista a Ileana Bastasini
La artista de 38 años, oriunda de Villa Devoto nos cuenta un poco más de su historia junto al arte y cómo impactó este último proyecto en su vida profesional. En tan solo un mes realizó el mural de Tres muy golden ubicado en Beiró 3550. La obra se extiende en 6 de los 11 pisos que tiene el emprendimiento y conquista a todos los vecinos de Villa Devoto.
Contanos sobre tu trayectoria profesional y tus comienzos
Arranqué a los 19 años ya que no sabía qué carrera seguir. Me había anotado en turismo, diseño de indumentaria, museología, y ninguna de esas carreras me llenaba. Un día me encuentro con una profesora con la que tomaba clases de arte cuando era chica, y retomé.
Cuando agarré nuevamente el pincel dije “¡Esto es lo mío!”, me encantó. A raíz de eso me metí en la facultad de Bellas Artes Antonio Berni, en el partido de San Martín. Después estuve pintando pero puertas adentro, es decir, nunca hice ninguna exposición porque no me animaba a exponer mi arte; siempre eran o regalos, cuadros chicos o pintar para mí. Trabajaba de otra cosa para poder vivir. En el 2014, en la empresa en la que estaba trabajando como recepcionista me echaron y ahí fue donde tomé la decisión de ir por lo que realmente quería, que era vivir del arte. En ese momento tomé un curso de tatuajes y me hice tatuadora, y se convirtió en mi fuente de ingreso.
En el 2016 tenía muchas ganas de viajar y me fui a vivir a Brasil por 4 años. Allá traté de buscar la motivación para arrancar a pintar murales. Había empezado en la casa de mi mamá haciendo pruebas, y en Brasil me animé a pintar un hostel. Me encantó y empecé a tatuar y a pintar con mucha más frecuencia. Cuando volví en el 2019 me fui unos meses a Estados Unidos, pinté la marquesina de un restaurante y como me gustaba el arte hindú en ese momento, me habían contratado para pintar un buda con las letras del comercio. Volví a la Argentina extasiada y dije: “Quiero ir para adelante con los murales”.
Justo arrancó la pandemia, y como no se podía salir a ningún lado, la idea de los murales quedó en stand by. En ese momento mi inspiración era mi perro, y así fue como comencé a retratar mascotas.
¿Cuál es tu estilo?
Para mí no tengo un estilo definido, siempre digo que soy muy versátil. Me adapto mucho a lo que me pidan. Puertas adentro me gusta mucho lo que es botánica.
¿Cómo te sentís al ser parte del mural, siendo que ya trabajaste con Grupo Nocito y Tres muy golden?
La propuesta me encantó. Una vez que empecé a pintar mascotas, mi cabeza comenzó a fantasear con la idea de fusionar lo que hacía en pequeño, es decir en cuadros, láminas y retratos, en pintar murales. Cada vez que veía uno, quería pintar unos perritos, por ejemplo para una marca de alimentos. Por eso cuando me llegó la propuesta, para mi fue un sueño cumplido. Así que fue espectacular. Y más con ellos que nos conocemos desde la pandemia.
¿Cuál es tu vínculo con los animales, sobre todo con las mascotas?
Yo tenía un labrador que se llamaba Saion y el vínculo era de amor puro. Yo creo que canalizo todo lo que hago gracias a ese amor que le tengo porque siento que son eternos.
En Brasil tenía dos gatos que tuvieron que quedarse allá pero también los amo. Siento que son seres amorosos, no tienen maldad y son todo lo que está bien.
¿Cómo definirías el mural?
Para mí es un gran acto de amor que están realizando tanto Nocito como Tres muy golden para homenajear justamente a seres que ya no están o que están, pero en otro plano. Claramente me siento parte porque yo tuve dos perritos que ahora están en el “cielo” y me parece grandioso.
¿Ya recibiste comentarios de la gente? ¿Te has cruzado con alguien que te dijo “Te vi pintando en Beiró”?
Más que nada recibí mensajes por las redes sociales, sobre todo en Instagram. La gente está maravillada: me ponen cosas que nunca esperé ni imaginé. Hacen más referencia a lo que logro transmitir y es súper hermoso poder llegar a eso y que la gente lo pueda percibir. El otro día estaba en el balancín y vi justo una pareja de gente mayor filmando y saludando, fue hermoso.
El mural con los cuatro golden, ya se puede visitar en Beiró 3550, Devoto. ¡Te esperamos!