Entrevista a Alfredo Segatori, El autor de Mirando Miranda
Alfredo Segatori: “Mirando Miranda le aportó alegría a Monte Castro”
Alfredo Segatori (48) estudió formalmente Educación Física. Sin embargo, hijo y nieto de pintores, absorbió el arte desde la cuna. Grafitero autodidacta, tomó como referentes a los muralistas mexicanos y artistas locales como Antonio Berni y Ricardo Carpani. Su obra más reciente, se trata de Mirando Miranda, una jirafa de once pisos realizada bajo la estética del street art en un edificio de Nocito Constructora, ubicado en la calle Miranda 4765, en el barrio porteño de Monte Castro.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en el arte?
En el año 94 viajé a la Bienal de San Pablo, Brasil, y tuve contacto con los grafiteros conocidos que me enseñaron la técnica, pero sentía que no era lo mío, no le terminaba de agarrar la mano al aerosol. Luego me vinieron a hacer una entrevista y decimos hacer un grafiti para ilustrarla y quedó bastante bien. Así que como quien no quiere la cosa arranqué con esto que esto que se convirtió en mi gran pasión.
¿Vos fuiste de los primeros en este rubro?
Acá en Buenos Aires podría decirse que sí. Antes no era común ver intervenciones callejeras, más que alguna pintada de futbol. No había una cultura del grafiti y las intervenciones las realizaba sin ccobrar un peso y pagando los materiales de mi bolsillo. Y como no había internet, para encontrar referencias tenía que recurrir a revistas importadas, era la única posibilidad de ver algo.
¿Cómo paso a ser tu profesión?
Mi primer trabajo remunerado llegó por el boca en boca. Empecé en los bares, y de apoco me fui haciendo un nombre y profesionalizando los tiempos. Los mismos trabajos te van llevando. Al principio lo complementaba con trabajos como profesor de gimnasia o visitador médico muchos años, hasta que pude dedicarme de lleno a esto.
¿Pintaste en otras ciudades?
Realicé trabajos para México, Estados Unidos y este año posiblemente viaje a Europa. Pero yo me siento un muralista de Buenos Aires y hago gala de eso. Viajar me encanta, pero para recorrer. Si bien muchos se mueren por irse afuera, yo prefiero concentrar mi energía artística en mi ciudad. Me inspira la city porteña, el tango, las historias de la vida cotidiana, lo urbano.
¿Cómo surgió Mirando Miranda?
Me convocó la constructora Nocito con la idea de hacer algo lindo para el barrio. Yo hace tiempo que venía con ganas de hacer animales y nos pareció que la jirafa conjugaba bien con la altura del edificio y la hicimos mirando una ventana, para integrarla al mismo. Buscamos imágenes como referencia, para entre todas componer la versión final.
¿Y cómo la plasmaste sobre Miranda 4765?
Una vez que tuve definido el boceto, cuadriculé la pared para calcular las proporciones. Comencé con un planteo inicial y después le di los detalles. Trabajé con látex de exterior y aerosol. Conté con dos asistentes que me ayudan a preparar la pintura y subirla. Pero los 40 metros los pinté yo solo. Fue un gran desafío, ya que es mi obra más alta hasta el momento.
¿Qué sentís que le va a aportar al barrio?
Le aportó alegría. Uno tiene que ser respetuoso de los lugares donde va a pintar. Además, esta es mi zona, yo vivo muy cerca de acá, en Floresta. Por suerte tanto la opinión pública como el barrio se lo apropiaron y lo recibieron con buena energía. Los comentarios de los vecinos son todos positivos. Se acercan a mirarlo y le sacan fotos. Una chica me comentó que todas las mañanas se levanta y la ve desde su ventana y arranca el día de buen humor. Eso es justamente lo que más me llena de mi trabajo, la sonrisa y la buena onda de la gente.
¿Y cómo sentís que va a modificar la experiencia entre los que vivan dentro del edificio?
El que vive acá va a decir “Vivo en el edificio de la jirafa”. Los demás Nocitos ya están celosos de que Miranda tiene su mural. Ahora todos quieren su lateral pintado (risas). Y me parece muy bueno el gesto de la constructora de darle arte a todo el barrio. Seguramente se vengan más murales en próximos Nocito.