Un panda gigante en plena Avenida Nazca
Panda Pandemial no es una casualidad. Es más bien un mensaje cálido que nos invita a seguir, como una amistosa palmada de un amigo en la espalda, que te felicita por tu esfuerzo y por lo logrado.
Si hay algo por lo cual podemos alegrarnos es por habernos sobrepuesto a un 2020 que nos llenó de sorpresas, desafíos y también dificultades, pero que sin lugar a dudas nos enseñó a ser resilientes.
Un panda, que toma mate y que se llama Pandemial era el condimento que faltaba para concluir con esta etapa y como menciona Ignacio Nocito, gerente comercial, “traer un poco de alegría al barrio, a los vecinos y comerciantes”
Profundizando un poco más en las posibles interpretaciones que se proponen, está la vinculación de la cultura oriental y la porteña a través de la unión de dos de sus iconos más representativos, cada vez más incorporados en el cotidiano cultural. El mate, símbolo argentino por excelencia fue el primero en ser cuestionado tras las nuevas medidas de prevención, sin embargo aunque cambió momentáneamente su rumbo, no dejó de acompañarnos, excusa perfecta para conectar y compartir; presente en días de trabajo, noches de estudios, y encuentros.
La obra, es una propuesta figurativa que contempla a un panda gigante tomando mate sobre una de las medianeras y cuatro pandas bebés en la otra. Todo tiene lugar, en el último edificio Nocito, emprendimiento que terminó de construirse entre las idas y vueltas de la cuarentena, ya les habíamos adelantado; nada es casualidad en esta pieza.
El mismo se ubica sobre la Avenida Nazca al 2725 en el barrio de Villa del Parque y abarca 10 pisos de altura.
Para esta propuesta no pudimos pensar en otra persona que no fuera Alfredo Segatori, con quien ya tuvimos el placer de trabajar anteriormente en dos obras, “Mirando Miranda y “Los frijoles Mágicos”.
El artista es un ícono del arte urbano, reconocido por murales gigantes que intervienen los espacios y rincones de diversas ciudades, obras que no solo dan vida, sino que resignifican y validan la identidad cultural, es así que sus piezas se convierten muchas veces en homenajes históricos que sensibilizan a los vecinos de cada barrio y sus visitantes.
Apostamos por las expresiones artísticas como medio para comunicar desde un lugar más cálido y emocional, generando vínculos más amenos entre vecinos y visitantes que acuden al barrio para conocer las obras, lo que provoca que las personas observen con mayor detenimiento lugares que antes pasaban desapercibidos. Es una intervención que busca innovar los espacios clásicos, por consecuencia se produce una revitalización urbana que permite agregarle un valor diferencial a la vecindad.
